Ocho chicos de 10 a 16 años fueron salvajemente agredidos verbal y físicamente por efectivos policiales, a la salida de una escuela de Adrogué, localidad situada al sur del conurbano bonaerense.
Brutalidad e hipocresía
Los padres de los menores denunciaron que fueron pateados, les pisaron las cabezas y les obligaron a cantar el himno, mientras cargaban sus pistolas. Los policías admitieron su brutal accionar, aunque se disculparon señalando que se hallaban buscando a personas armadas que estaban rompiendo la escuela, algo que fue inexistente.