Se jactan, se arrogan, se sienten, se emulan, nos mienten a destajo con sus burdas e iteradas imbecilidades a manera de reunión con ex compañeros egresados de los 80 de un colegio secundario de curas. Es decir, una frustrada tertulia lavativa de pecados, tales como “anoche comí dos milanesas de más o me masturbé fantaseando con un unicornio azul”. “Acá estamos, trabajando, como siempre, en nuestro local de avenida del Libertador, en Mar de Ajó”, es la frase que amerita esta presea tan estimada. Traducción: Trabajar, entiéndase como aquel, aquella o aquellos parásitos que viendo laborar a otros hacen propia esta función. Pedazos inimaginables de forros los cotoquistas, y en nombre de ellos a Evangelina Cordone, próxima concejal costera, quien es la dueña de la poética frase.
Evangelina Cordone, la Lita de Lázari que “trabajará” en el Concejo Deliberante desde el próximo diciembre, recitando de memoria la receta de buñuelos de acelga, promulgando sobre los beneficios de usurpar luchas sociales dignas y murmurando al oído de su patrón, Marcos García, sobre cómo hacer para parecer una legisladora con rigor intelectual. ¿La respuesta de éste? “No sé, nunca pude”.
¡FELICITACIONES, EVITA!
Evangelina Cordone, LA FORRA DE LA SEMANA. Y por extensión, los cotoquistas todos, que más que forros en estos tiempos de tilinguería y “juntos (o promiscuos) somos más”, son forros como uno, ¿Viste?: es decir, votame y llamame PROfiláctico.